La intensa actividad de la Base Mini Barcelona

En el mes de octubre comenzó la temporada de entrenamientos de los integrantes de la Base Mini Barcelona y este pasado noviembre ha sido especialmente intenso. Entre sesiones técnicas, navegadas nocturnas, regresos destacados y grandes resultados en competiciones, el BISC se ha convertido en el punto de encuentro de regatistas apasionados por la vela oceánica.

Entrenamientos técnicos con condiciones exigentes
El fin de semana del 23 y 24 de noviembre, cuatro navegantes de la clase Mini 6.50 participaron en intensas sesiones técnicas. Con viento entre Poniente y Garbí que alcanzó rachas de hasta 18 nudos, los regatistas trabajaron maniobras de ceñida y popa para optimizar las velocidades máximas de sus embarcaciones. Este entrenamiento, de más de 6 horas, fue clave para poner a prueba las embarcaciones y prepararse para futuras regatas.

Una navegación nocturna llena de emociones
El sábado por la noche, con previsión de viento favorable, se organizó una navegación nocturna con Blanes como objetivo. Los navegantes completaron 60 millas durante una travesía que puso a prueba sus habilidades. La primera parte del recorrido, con vientos sostenidos de hasta 20 nudos, fue rápida y emocionante, pero la vuelta, con condiciones de viento más flojas e irregulares, representó un reto que alargó el tiempo hasta completar 16 horas entre la ida y la vuelta.

El regreso de La Nona y un prometedor proyecto personal
Este mes de noviembre también marcó el regreso de la embarcación La Nona, que volvió al agua. Al timón se encuentra el navegante Cédric Widmer, quien ha iniciado su proyecto personal a bordo del barco. Tras una temporada 23/24 de entrenamientos y competiciones en el BISC, este proyecto representa un nuevo reto tanto para el navegante como para la embarcación, que ya trabajan para ponerse a punto y hacer muchas más millas.

Triunfos y retos en la regata Palma-Melilla-Palma
Otro momento destacado del mes fue el regreso de ocho embarcaciones Mini que participaron en la primera edición de la regata Palma-Melilla-Palma. Esta competición, con más de 10 días de navegación y condiciones meteorológicas cambiantes, fue todo un desafío para los regatistas. Las embarcaciones de la Base Mini Barcelona no solo superaron estos retos, sino que también obtuvieron resultados de gran mérito. El domingo por la mañana, los Minis llegaron al BISC para reencontrarse con el grupo y retomar los entrenamientos con la mirada puesta en la próxima temporada.

Un noviembre que refuerza la pasión por la vela oceánica
Este mes tan intenso deja una huella inolvidable en la Base Mini Barcelona. Entre esfuerzos, éxitos y retos superados, regatistas, entrenadores y amigos de la vela oceánica han demostrado una vez más su pasión por el mar y la competición. Desde la Base Mini, seguiremos de cerca sus proyectos y continuaremos apoyando a este fantástico grupo que vive por la vela y las aventuras oceánicas.