La Base Mini Barcelona se prepara para los próximos desafíos con intensos entrenamientos offshore

Este mes de febrero, la Base Mini Barcelona ha centrado sus últimas sesiones de entrenamiento en solidificar la técnica y el dominio de las velas portantes, perfeccionando las maniobras para ganar seguridad y confianza de cara a los próximos desafíos. Con la vista puesta en el próximo calendario, los navegantes se han preparado intensamente para los entrenamientos offshore y la regata Petrolera.

Durante estos días de entrenamiento, el principal objetivo ha sido automatizar las maniobras. El primer día se desarrolló en condiciones exigentes, con un viento muy variable entre Norte y Oeste y rachas de hasta 15 nudos. Sin embargo, el factor más complicado fueron las grandes oleadas cruzadas de un mar de fondo de levante. Estas condiciones supusieron un reto ideal para practicar los distintos tipos de trasluchados con el código 0, mejorando la seguridad en la ejecución.

Presentando el programa educativo «22 días en 22 pies»

Además, el equipo de Educación de la Fundación fue a presentó el proyecto educativo “22 días en 22 pies. Aventura en solitario en el Atlántico”, que conecta a los deportistas de la Base Mini Barcelona con varias escuelas para seguir la Mini Transat 2025, que tendrá lugar entre los meses de septiembre y octubre. Este programa permite dar visibilidad al esfuerzo de los navegantes oceánicos de la clase Mini 6.50, acercando su experiencia a familias y profesorado de distintos municipios.

Objetivos claros en el agua

En el agua, los entrenamientos se han centrado en mejorar la rapidez y eficacia en los cambios de vela, así como en asegurar la estabilidad de las embarcaciones. Ser ágiles y eficientes, minimizando la pérdida de velocidad en cada maniobra, es clave en una regata. Especialmente importante es la capacidad de tomar decisiones rápidas y precisas en condiciones nocturnas, en las que la visibilidad limitada complica la ejecución de las maniobras.

Los entrenamientos han incluido trasluchadas con diferentes velas, pruebas de velocidad cortas y ejercicios progresivos, primero mecanizando los movimientos y después incrementando las limitaciones de espacio y tiempo para potenciar el control y la autoexigencia de los navegantes. Este enfoque progresivo permitió identificar aspectos de puesta a punto y ajustar sistemas para mejorar su rendimiento.

Un resultado muy positivo

Con las dos sesiones de entrenamiento completadas, los navegantes han logrado una mejora significativa en su rendimiento. Además, elaboraron listas de tareas pendientes en diferentes áreas, incluyendo la puesta a punto de sistemas, preparación física específica y ejercicios autónomos para las próximas sesiones de navegación.

El balance final de estas jornadas ha sido muy positivo, con un notable progreso en técnica, confianza y adaptación a diferentes condiciones de navegación. La Base Mini Barcelona sigue avanzando con fuerza hacia sus próximos retos, preparándose para afrontar con éxito las competiciones que van a venir.