El pasado fin de semana, el Barcelona International Sailing Center acogió un encuentro sin precedentes para la flota Mini 650, bajo el lema Roudder Rebbels, con actividades que combinaron regatas sociales, momentos de comunidad e inspiración. Esta iniciativa fue un éxito en su misión de fomentar la inclusión y la diversidad en el mundo de la vela, creando un espacio único para compartir experiencias y reflexionar sobre el futuro del sector.
Fotos: Camila del Castillo y Fundació Barcelona Capital Nàutica
Entre las personas participantes, destacó la presencia de la regatista Djemila Tassin, conocida por haber completado en dos ocasiones la prestigiosa Mini Transat, una de las competiciones más exigentes del mundo de la vela oceánica, durante las cuales también participó en el programa educativo “22 días en 22 pies. Aventura en solitario en el Atlántico”. Tassin compartió su experiencia personal y habló sobre el salto que muchos regatistas hacen desde la Clase Mini 650 a la Clase 40, una transición clave para acceder a regatas de mayor envergadura.
Durante el fin de semana, los participantes disfrutaron de un programa variado que incluyó regatas sociales, charlas e intercambios de experiencias, y un debate sobre la inclusión en la náutica de las personas LGBTIQ+.
Barcelona se convirtió, así, en el escenario de un encuentro que marca un antes y un después en el camino hacia una vela más igualitaria y diversa, inspirando a nuevas generaciones de regatistas.