alma de mar

¡Vive la aventura de los Mini 6.50 en primera persona!

Cada fotografía de esta exposición es una ventana al espíritu humano, a la fragilidad y fortaleza que conviven en los navegantes, y al llamamiento eterno del mar como un espacio de aventura y autodescubrimiento.


La exposición

«Alma de Mar, la aventura de los Mini 6.50» es una exploración íntima del espíritu humano detrás del sueño de cruzar el Atlántico. A través de los objetivos de dos fotógrafos y navegantes, Cédric Widmer y Nicolò Gamenara, la exposición ofrece una perspectiva personal y sin filtros sobre la vida en Base Mini Barcelona y las regatas Mini en el Mediterráneo. La serie fotográfica nos lleva al mismo núcleo de la navegación en solitario, celebrando las pequeñas pero profundas historias que nacen en Base Mini Barcelona, ​​donde surgen sueños ambiciosos de conquistar el océano abierto.

Desde la humanidad de los navegantes, con momentos llenos de emoción, miradas cargadas de determinación, manos marcadas por el esfuerzo, sonrisas de compañerismo en el enfrentamiento con el mar, desde la calma hasta vientos furiosos, las imágenes retratan los altibajos de la vida en el mar.


deporte superación alma

En el Club Vela de Palamós Del 12 al 16 de febrero Acceso gratuito

La Base Mini

La Base Mini Barelona es el mayor centro de entrenamiento de la Clase Mini 65.0 en el Mediterráneo. Fundado en el 2012, ahora tiene su sede en el BISC, junto al Port Fòrum, donde 20 navegantes entrenan con sus propios barcos para prepararse para la próxima temporada de regatas y, en última instancia, para la Mini Transat. Pero Base Mini Barcelona es algo más que un centro de entrenamiento: es una familia. Un lugar donde los navegantes se exigen al máximo, aprenden juntos y se apoyan mutuamente en cada revés y cada victoria. Porque, al final, la navegación en solitario puede ser un reto individual, pero nadie llega lejos sin el apoyo de una comunidad.



Navegando hacia la Mini Transat

La Mini Transat es un regata en solitario a través del Atlántico. Partiendo desde Les Sables-d’Olonne, como la famosa Vendée Globe, los competidores emprenden un viaje implacable: la primera etapa se extiende por más de 1.000 millas hasta Canarias y tras una escalera en La Palma, comienza la verdadera prueba: una travesía ininterrumpida de 2.700 millas hasta Guadala. En una era de comunicación instantánea, los participantes creen el Atlántico sin apenas conexión. Sin internet por satélite ni actualizaciones meteorológicas en tiempo real. Sólo una radio VHF para contactar con barcos cercanos y una emisión de onda media con informes meteorológicos y clasificaciones diarias. Es una prueba de pura pericia marina, en la que la estrategia y el instinto valen más que la tecnología.


Noticias sobre la exposición

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